(En
memoria de Ali, Ismail, Fatima, Ibrahim, Samar, Ikram, Aicha… y de todos los
demás)
Mientras
enmudecen las caracolas,
el
sol se duerme enredado en la niebla y
los
niños muertos cantan a la luna,
esperando
el renacer de su Tierra.
El
aire está ardiendo, el suelo tiembla
y
el mundo cobarde, guarda silencio...
pero
quiero gritar todos sus nombres
para
que nadie; nunca los olvide.
1 comentario:
Precioso poema!!!!
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