Cuando
las olas cantan a la luna,
los
sueños duermen en la playa
ajenos
a la muerte y al olvido;
y
yo, calculo el área del amor
para
darle cabida en mis bolsillos.
¡Ingenua
criatura!, (gritó la noche),
¿no
entiendes que el amor es infinito?,
además,
niña… vas desnuda!.
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