Cuando
amanece oscuro y gris,
despierto
temblando en la cama fría
porque
me aplasta tu ausencia.
Susana…
¿Quién
arrastró a la tierra tu calor?
Cuando
el sol juarense quema a la tarde,
tu
madre callada, reza encogida
porque
ya no hay flores en su alma.
Susana…
¿Quién
pisoteó al vergel de Río Bravo?
Cuando
la noche grita en silencio,
lloro
en la penumbra de mi alcoba
porque
ya sé que estás muerta.
Susana…
¿Quién
destripó a la dulce luna?
Susana,
alondra de la mañana,
Vuela
libre! Todos nosotros
seguiremos
cantando
tu canción.
¡Que
nadie aplaste a tu voz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario