domingo, 23 de febrero de 2014

Versos a una puta


Silva el viento, enmudece la noche y
la princesa rota pasea por la calle.
La fragilidad camina en pelotas
entre charcos de sucia escarcha.
Con la sonrisa congelada
enarbola su estandarte y
se abre de piernas escondiendo su alma.

Heredera del reino de la esquina
donde el invierno congeló su mirada…
¿por qué sigues cantando esa triste canción
que araña el recuerdo del alba?

Hoy no conciliaba el sueño
y quise escribir unos versos.
Unos versos para ti, puta,
princesa rota de la esquina olvidada.