Bendita
y sana locura
la
que de día me atormenta
la
que de noche me cura.
La
que me deja que sueñe
entre
tu cuerpo abrazado,
la
que me dice que vuelves.
Bendita
y sana locura
la
que hace que mis días
sobrevivan
a las dudas.
La
que a diario me engaña,
y
me consiente en la noche
cuando
mis sueños te llaman.