Detrás del monje
se esconde entre los sauces
la luna nueva.
La cerradura,
Guardiana de los sueños
de nuestra niñez.
Las canciones de ronda y
los barquitos de papel.
Noche callada.
Mientras cantan los grillos
en la laguna,
espero tras la puerta
que no pases de largo.
La claridad de la mañana
se enturbia con el humo
que apacigua la espera
en esta alcoba olvidada.
Tristes colores
los blancos y los grises
que enredan la visión
de los gráciles verdes de la esperanza.
La soledad grita callada
rompiendo el camino del silencio
mientras aspiro suavemente
la gravedad de tu ausencia.
Azrael Adhara