Los
asesinos lo llaman proceso;
el
terror vuela sobre Argentina
que
se desangra, abierta en canal.
¡No
haya clemencia con los criminales
que
nos robaron sueños y esperanzas!
¡Madre,
si te estás preguntando por mí
no
me llores, madre! que fui valiente y
tu
pañuelo blanco abriga mi muerte.
Tu
entrega y tu valor me tienen viva;
en
la Plaza de Mayo brilla la luz
que
encendisteis las madres por nosotros
los
que nunca
seremos
olvidados.