Detrás
de cada puerta
duerme
un sueño.
¡Ábrela!
¡Despiértalo!
La desnudez de los cuerpos
disolvió los márgenes
de lo abstracto,
y la
perfecta imperfección
quebró las directrices
del destino.
Melodía y armonía, fueron
los parámetros del alma
de la creación,
y los deseos del creador
alumbrando flores
de mil infinitos colores
dieron la vida al Mundo…
y la música se hizo carne
y se ofreció para ser parte
de cada uno de nosotros
y taladrando las almas
y empapándolo todo,
vibró el orbe.
Nadie esperaba que tuvieran que morir
tantos para salvar a unos pocos de elegidos. El Mundo se había quedado pequeño,
estaba sucio y había que limpiarlo. Era una decisión inalienable para salvar a
la humanidad.