lunes, 7 de octubre de 2019

La condición (microrrelato)



Al atardecer, las sombras se cernían sobre el sendero que atravesaba el bosque. Alicia caminaba con multitud de monstruos que asaltaban su mente ofreciéndole compañía, cuando apareció el Sombrerero haciéndole una reverencia y le dijo: No te asustes, es el viento que canta; pasa y siéntate entre las cuerdas del violín, tengo té y compota de manzana. Te invito,… si me regalas un sueño.