Cuéntame
ya un cuento
delicioso
y nuevo,
cántame
baladas
de
moka y de nata,
háblame
bajito
que
duermen los niños,
seduce
a mi alma
que
ansiosa te alaba.
¡Déjame
quererte!
y
también perderme
dentro
de tu abrazo
aunque
queme un rato.
Déjame
besarte
que
mis labios arden
y
pido rendida
tu
boca maldita.
Eres
mi tesoro
No
preguntes… como?
No hay comentarios:
Publicar un comentario