Hoy no es el día
de sucumbir bajo el poder,
hoy todavía, albergo el fuego
de la esperanza.
Hoy no moriré aplastado,
colgaré mi corazón
entre las nubes
y defenderé mi libertad.
Hoy sueño con días de gloria,
la sangre y el llanto
regarán mi tierra,
pero no me rendiré.
Hoy todavía puedo decir,
que se vaya al carajo el poder,
que aprietes mi mano y sepas,
que soy palestino también.
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