No, no hay palabras
con las que pueda describir
la luz de tu mirada,
la canción de tus manos,
el mapa de tu cuerpo;
ese
que esconde secretos ríos
donde quisiera ahogarme,
y ser tragada
y muerta,
y sin poder explicarlo
vivir en ti,
y ser eterna.
No, no hay palabras
con las que pueda contarte
aquello que soñé,
ahogando deseos,
llorando y riendo;
bebiendo
lluvia de tormenta
y acunando soles
apagados y muertos,
pero eran mis soles
y era mi lluvia,
y fui feliz
viviendo sueños.
No, no hay palabras
para exculpar al deseo;
eso que se pide,
al ver pasar
a una estrella fugaz.
1 comentario:
Es cierto que a veces no hay palabras, pero sin palabras no hay vida.
Publicar un comentario