miércoles, 31 de julio de 2019

Auschwitz



Este es el sitio exacto
donde grita y llora la impotencia;
donde la desnudez se escora
ante las puertas del infierno.
¡Dicen que en los infiernos no hay niños!
¡Que los niños van al cielo!
Pero aquí están, uno detrás de otro,
arrancado cada uno, de los brazos
amorosos que cobijaron sus miedos;
aguardando turno en esa lúgubre fila
con destino directo al averno.
Nunca sus huesos temblaron tanto,
ni siquiera en las negras noches
de tormenta, así se sintieron.
Desnudos y presa del terror más frío,
esperan su turno, mientras
 la angustia resbala entre sus ojos;
y sus bocas sin palabras, solo piden un beso.
En Auschwitz,
el llanto de los niños se pierde
entre la soledad y el cianuro de cristal.
En Auschwitz,
el llanto de los niños grita
y el mundo… debe callar.


No hay comentarios: