martes, 23 de diciembre de 2008
martes, 16 de diciembre de 2008
Homenaje a Julio Mariscal
Julio marisal
(La mano abierta)
Dijiste: ¡para siempre!...
y te marchaste, breve, entre los pinos.
Y yo -¡dios mío!- me iba preguntando:
¿Qué haré con tanta tarde entre las manos?
¿Qué haré cuando me enrede entre las horas?
cuándo la estrella clave en mi su nombre,
¿que harás, corazón mío?
Y ahora -ya el tiempo alfanje entre nosotros-
me sigo preguntando:
¿qué haré con tanta tarde, con tanto corazón,
con tanto barro,
si no tengo tus ojos para alzarme?
y te marchaste, breve, entre los pinos.
Y yo -¡dios mío!- me iba preguntando:
¿Qué haré con tanta tarde entre las manos?
¿Qué haré cuando me enrede entre las horas?
cuándo la estrella clave en mi su nombre,
¿que harás, corazón mío?
Y ahora -ya el tiempo alfanje entre nosotros-
me sigo preguntando:
¿qué haré con tanta tarde, con tanto corazón,
con tanto barro,
si no tengo tus ojos para alzarme?
Homenaje a Shakespeare
LXXXI
O vivo para hacer vuestro propio epitafio,
o vos sobreviviréis a mis podridos huesos,
mas no podrá la muerte arrancar tu memoria,
aunque todo lo mío no se recuerde nunca.
Desde aquí, vuestro nombre tendrá vida inmortal,
y yo, cuando me vaya, moriré para el mundo,
me darán en la tierra una fosa común,
mas vos tendréis la tumba en el ojo del hombre.
Porque tu monumento serán mis dulces versos,
que ojos, aún no nacidos, un día leerán;
y las lenguas futuras comentarán de vos
cuando los que hoy respiren estén ya todos muertos.
Pero vos, viviréis -por virtud de mi pluma-
en el labio del hombre, cuando nace su aliento.
martes, 2 de diciembre de 2008
Guantánamo

Entregas extraordinarias...
vuelos ilegales...
y tú...
con un nuevo nombre:
“combatiente ilegal”.
¿Qué esperas?
ya no sabes que esperar.
Llegaste al limbo,
a la frontera de los infiernos,
y no sabes porqué.
Desdichada criatura...
el crepúsculo
invadió
el territorio del derecho.
Lagunas negras te cercan,
aceradas sogas te oprimen,
patadas hirientes y bestiales,
destrozan no solo tu cuerpo,
recia violencia...
la justicia renegó de ti.
¿Qué esperas?
ya no sabes que esperar...
lunes, 1 de diciembre de 2008
Peces de colores

Fijó su mirada en el agua,
y contando peces de colores
rompía ramitas de tibio aroma.
La tarde guiñaba en la ventana,
la tetera reía bulliciosa,
hervía el agua y moría el tiempo.
Miles de hojas, como mil sueños,
arremolinadas, dulcemente
perfumadas, giraban altivas.
Sus ojos seguían contando peces,
¡sonó el silbato!. Todo dispuesto y
cesó el baile de oscuros secretos.
El Té en las tazas. Todo sereno,
dulce y caliente, ambarino y quedo, y
como el amor, también loco y ciego.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)