Muchas veces, la noche
esconde amargos secretos
como algunas conciencias ciegas
bañadas de lodo y estiércol;
a la vez que también hay
amaneceres pútridos,
como la barriga gastroentérica
de ese niño tonto y rubio.
Y aún así, la tarde
quebrada, sucia y oscura
mece a los tristes hombres,
bajo la escuálida lumbre de la luna.
1 comentario:
Me ha parecido muy original y bello y profundo. Muchos besos
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