Son
tiempos oscuros
y
soplan los vientos
de
la angustia y del terror
entre
las calles de Sanaá.
La
parca ejecuta su danza
entre
oscuros fogones
que
rebozan de hambre,
y
adorna su pelo con el engaño
silenciando
las voces del pueblo
que
grita ahogado
sin
fuerzas y sin voz;
y
se viste...
se
viste de sangre
robando
a las madres
el desesperado aliento de su prole.
Y
en esa calle donde tú y yo
nos
despedimos
un
niño llora abandonado
arrastrando
entre escombros
su
dolor;
en
esa calle
donde
ya… no
vive
nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario