sábado, 1 de noviembre de 2008

La morgue


En la noche volaba un sueño roto;
brillantes luces bailaban breakdance,
y el tiempo, dejó de existir
por un segundo eterno.

Náufrago del mundo,
¿qué te preguntas?.
Quisiera desnudar tu alma
en vez de tu cuerpo.
El exceso de luz, ciega,
y el dolor, lacerante, acerca.

La sed es amarrada por la impotencia
y el hambre queda presa del protocolo,
solo queda el intento de caricia con el aire,
y el ansia de besar con el aliento.
Siendo todo tan blanco,
hay luces sepultadas
que refriegan su fría esencia
entre las duras paredes
de un maltrecho corazón muerto...
que sigue latiendo.

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